Lo que hay y lo que no

Antes de comenzar a leer las siguientes páginas es mi deber advertirte sobre aquello que no encontrarás aquí:

1. Información clínica sobre el SDU.
2. Críticas sobre la serie homónima de televisión.
3. Grupos de ayuda, terapia o soporte.


Dicho lo anterior, te doy la más cordial bienvenida a mi espacio.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El Efecto Amélie

Powerpuff Amélie 

Sucedió en el supermercado.

Delante de mí hay dos señoras en la caja. La primera lleva una reja de huevo, dos cartones de leche, y unos paquetes de pasta. Intenta pagar la cuenta con dos tarjetas de vales de despensa, los puntos del súper y un monedero electrónico.

El cajero hace todas las operaciones necesarias para agotar el saldo de las tarjetas – según lo que le instruyó la señora. Por fin, luego de tres intentos, lo consigue y exclama: “Son sólo trece pesos”. Un gesto incrédulo se asoma al rostro de la mujer. “Pero no tengo dinero” dice. Automáticamente la otra señora en la fila saca trece monedas y le paga al cajero, mientras a aquella se le humedecen los ojos.

Me recuerda lo que me dijo hace mucho tiempo un sacerdote sobre la caridad, la fábula de Krsna y los monos, lo que leí la semana pasada acerca de los “bancos de tiempo”. E inevitablemente me remite a Amélie, quien con un poco de buena voluntad se decide a cambiar la vida de otros, sin darse cuenta de que en realidad está cambiando su propia vida.

En nuestra sociedad actual tan llena de quejas, de desánimo, ¿qué está haciendo cada uno para cambiar las cosas?. Quizá cabe recordar la clásica sentencia de arresto gringa, con alguna modificación: “Todo lo que haces será utilizado en tu contra”.